«Se ha pisado el freno de golpe» en relación a las operaciones de compraventa. Expertos y operadores del sector anticipan un parón en el número de transacciones de viviendas. El coronavirus va a provocar retrasos en la toma de decisiones de compra entre aquellas personas que estaban plantéandose cambiarse de casa, entre quienes habían iniciado el proceso de búsqueda de viviendas y entre quienes habían ya visto pisos y estaban dudando si reservar el que más les había gustado, o no. Estos potenciales compradores pueden estar pensando en los efectos que puede tener el coronavirus en el mercado inmobiliario en forma de posibles bajadas de precios de las que poder beneficiarse más adelante.
Hay personas que iban a comprar una vivienda que han suspendido esa intención y que incluso compradores que habían señalizado un piso están retirándose. Se atribuyen esas decisiones no ya a que dentro de unos meses se puedan encontrar pisos más baratos, sino a que hay algunas empresas en una situación muy vulnerable, lo que lleva a sus trabajadores a replegarse en su intención de compra. Se coincide, por tanto, en que va a haber un «parón» y, máxime, en Madrid, que, según opiniones, se considera un foco a nivel mundial.
Los expertos consideran que el parón en el número de nuevas transacciones podría prolongarse durante tres o cuatro semanas y que en un plazo de dos meses podrían estar volviéndose a comprar viviendas. Se apunta que la recuperación en el inmobiliario puede ser algo más tardía que en otros sectores, pero simplemente porque la decisión de compra y el cierre de la transacción se prolonga durante más tiempo que la adquisición de otros bienes y servicios, mucho más inmediata y menos costosa. Y, respecto al impacto que pueda tener en los precios de la vivienda, se considera que únicamente será perceptible en el caso en que la suspensión de las operaciones se prolongue durante mucho tiempo.