El sector del alquiler comienza a recuperarse en la Isla, y en concreto en el área metropolitana, gracias a la llegada de estudiantes universitarios. El estado de alarma decretado el pasado mes de marzo provocó que muchos alumnos abandonaran los pisos en los que vivían y volvieran a sus hogares, fuera de Tenerife. La presidenta de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (Acegi), Vanesa Rubio, indica que «nuestra actividad quedó paralizada entre marzo y mayo pero hemos reactivado la actividad y esperamos que el sector se vaya autorregulando» y añade que «van a bajar los precios porque estamos pasando por una crisis que, a diferencia de la 2008, va a afectar a toda la economía».
El mercado inmobiliario «se regula por sí solo, es cíclico y tras la pandemia ya estamos detectando ligeros descensos en los precios y un incremento brutal de propiedades anunciadas en portales». Y es que muchas viviendas que estaban destinadas al alquiler vacacional, debido a la caída del turismo y la pérdida de rentabilidad, han pasado a ofrecerse como alquiler de larga temporada. Eso está provocando que la oferta de pisos en alquiler vaya en aumento en la Isla.
Hasta que no se disuelva esta incertidumbre será difícil hacer pronósticos y Acegi es «bastante prudente» en este sentido pero «la tendencia es a la baja» en la actualidad. Por ello, esperan que se produzcan más descensos de precios en los próximos meses, aunque la crisis será aún peor para los locales y oficinas. En el caso de los estudiantes extranjeros de intercambio, «no es un mercado significativo», afirma Rubio porque llegan a Tenerife por cortos periodos de tiempo.
Antes de la pandemia, «La Laguna era una ciudad imposible porque había bastante demanda de estudiantes universitarios para alquilar». Se trata de una zona en la que se producían numerosos acuerdos de este tipo pero con la llegada del estado de alarma, el consecuente confinamiento, el inicio de las restricciones de la movilidad y el cierre de las escuelas «se cancelaron muchos contratos» aunque también hubo numerosos casos de estudiantes que decidieron permanecer en sus pisos, a la espera de conocer la evolución de la situación. Vanesa Rubio matiza no obstante que los gestores inmobiliarios «realizamos una gran labor de mediación para negociar con propietarios e inquilinos para lograr moratorias o el ajuste de los precios» en esos momento y añade que, en ese caso, «el papel de las inmobiliarias fue fundamental».
En la actualidad, «hemos vuelto a tener demanda de estudiantes pero hay que adaptarse a la nueva situación». Vanesa Rubio indica que son muchos los inquilinos que desean disponer en su contrato de la Cláusula Covid. Sin embargo, Rubio matiza que «tiene más sentido incluirla en los contratos de alquiler de locales dedicados a comercios porque esos no se rigen por la Ley de arrendamientos urbanos sino por el Código Civil y es verdad que si se deciden cerrar los comercios, sí se hace necesaria esta ayuda». En cambio, en el caso de las viviendas Rubio no encuentra tanto sentido a la Cláusula Covid porque la Ley de arrendamientos urbanos, durante los seis primeros meses del contrato, el inquilino tiene la opción a abandonar la vivienda; y en segundo lugar porque la vivienda es una necesidad de toda la sociedad, con pandemia o sin ella. No obstante, Rubio añade que, en el caso de los estudiantes, esta cláusula puede llegarse a plantear como necesaria porque, si las clases se suspenden de manera presencial y se inicia un nuevo confinamiento, «los jóvenes pueden volver a su hogar».
A pesar de que las clases en la Universidad de La Laguna se están realizando con un sistema mixto de semipresencialidad y que los docentes están poniendo facilidades a los alumnos de fuera de la Isla para que puedan realizar la docencia de manera virtual y así no tengan que abandonar sus lugares de origen, Rubio recuerda que es importante hacer vida social con los compañeros, con los que en la situación actual se puede quedar para estudiar o para hacer trabajos, por lo que muchos estudiantes de fuera de Tenerife optan también por volver a la Isla con sus alquileres.
Vanesa Rubio comenta que la propuesta del Gobierno de España de regular el precio de los alquileres «eso es una muy mala noticia para el mercado inmobiliario y no va a solucionar nada porque no ahonda en el fondo del problema, que es el escaso número de viviendas destinadas al alquiler en Tenerife». «Estamos a la cola de España en viviendas públicas sociales y llevamos unos 15 años sin ofrecerlas, y ese es el verdadero problema», sentencia Rubio. Avanza que la intervención en los precios hará que caiga el número de pisos en alquiler porque muchos propietarios pueden no estar de acuerdo en los rangos establecidos o que descienda la calidad de las viviendas debido a la pérdida de rentabilidad. «Esta intervención atenta contra el derecho de la propiedad», sentencia la presidenta.
Por todo ello, ofrecer más viviendas en alquiler social y seguridad jurídica para el propietario, que muchas veces se encuentran indefensos, son las soluciones propuestas por Rubio. «No existe un registro oficial de viviendas en alquiler en Canarias. Es una de las cosas que nos gustaría regular y más se desea realizar la regulación de los precios», indica la presidenta de Acegi.