Las primeras señales que envía la desescalada tras los casi dos meses de confinamiento por la epidemia del nuevo coronavirus han mejorado las negras previsiones económicas de hace solo unas semanas. No hay, ni mucho menos, motivos para la euforia. El impacto de la crisis sanitaria sobre el tejido productivo y el empleo es muy serio, pero tal vez algo menos que el que se calculaba inicialmente. La confianza en una recuperación corta puede que no en uve, pero sí más rápida de lo temido parece cada vez más extendida. En esa idea coincidieron ayer, con matices, el Gobierno canario, la CEOE de Santa Cruz de Tenerife y CaixaBank. Lo hicieron durante la presentación del libro 2019. La economía canaria en gráficos, elaborado por la patronal de la provincia occidental con el patrocinio de la entidad financiera.
«Frente a la imagen terrible de los primeros días, empiezo a ser relativamente optimista, aunque con todas las cautelas, porque la realidad puede cambiar de un día para otro», expuso la consejera de Economía del Gobierno regional, Elena Máñez. De hecho, el Ejecutivo ha rebajado sus cálculos sobre la caída del producto interior bruto (PIB) de las Islas como consecuencia de la pandemia y del parón en que entró la actividad económica a partir del 14 de marzo para combatir sus efectos. Si en un principio preveía que la riqueza de la Comunidad Autónoma retrocediera un 30%, ahora piensa que lo hará un 15%.
También el presidente de CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco, cree que «quizás las previsiones más catastrofistas sean menores» debido a las medidas adoptadas en estos meses, que «en el corto plazo van a ayudar». No obstante, el dirigente empresarial ve con preocupación el coste futuro de estas actuaciones. «Algún día habrá que pagarlas», advirtió.
«Cañón de ayudas»
El director territorial de CaixaBank en Canarias, Juan Ramón Fuertes, volvió a matizar también lo hizo hace una semana en la presentación del Boletín de Situación de la Cámara de Santa Cruz de Tenerife que las distintas proyecciones económicas con las que se intenta sondear el alcance de la crisis no tienen en cuenta el efecto del «enorme cañón de ayudas que han sacado todas las economías del mundo». Entre estas medidas se encuentran los créditos orientados a garantizar la liquidez de las empresas. Solo los avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) suman unos 80.000 millones de euros -3.500 en Canarias-, aunque Fuertes recalcó que «hay vida más allá del ICO». También están las dirigidas a «cuidar las rentas» de las familias. «Si todo continúa como en estas dos últimas semanas, la curva de crecimiento será mejor de lo que podíamos esperar», pronosticó el representante del banco.
Pese a los avances registrados, el inicio de la normalidad económica la marcará la reactivación del sector turístico, puntualizó la consejera. «Hasta ese momento la recuperación será lenta», dijo Máñez. Cuando retorne la conectividad aérea y los clientes extranjeros y nacionales afluyan a los establecimientos alojativos, la economía se acelerará. La recuperación del turismo, no obstante, no será inmediata, a juicio del presidente de CEOE-Tenerife. «La apertura de las fronteras es una condición necesaria, pero no suficiente. Se necesita tiempo, mejores protocolos y más seguridad», avanzó.
Mientras la considerada primera industria de las Islas se restablece, las políticas pasivas y, sobre todo, los expedientes de regulación temporal (ERTE) han evitado «la caída brutal» del empleo. Sin embargo, José Carlos Francisco recalcó que, entre parados y población en ERTE, «casi la mitad de la población activa está sin producir». Preguntada por la prolongación de los expedientes temporales para todas las actividades vinculadas al turismo, Máñez precisó que la decisión la tomará la comisión tripartita de diálogo social que reúne al Gobierno con empresarios y sindicatos, pero destacó el «compromiso» de la ministra de Trabajo con una medida «clave» para que el Archipiélago se sobreponga a un impacto que, pese a la menor incidencia del virus, será mayor que en el resto de regiones por su especial dependencia del sector.
Luces y sombras
La publicación 2019, «La economía canaria en gráficos» ofrece una «radiografía económica y social» de la región en los últimos 40 años y, especialmente, en las últimas dos décadas, en las que los datos son más completos y fiables. El estudio muestra luces y sombras; entre estas últimas destaca la forma en que el PIB por persona ha ido alejándose en Canarias de la media nacional. En el año 2000 se encontraba casi en el promedio <era un 99,63% de este>, mientras que ahora representa solo un 81,35%. Ha habido, por lo tanto, una desviación de más de 18 puntos. Este es, según el autor del informe, José Miguel González, «el gran problema» de la economía de la Comunidad Autónoma.
En lo que va de siglo también se ha reforzado el peso del sector servicios sobre el PIB, puesto que ha pasado del 72,3% en 2000 al 78% en 2019. González rechazó, no obstante, que en las Islas haya un «monocultivo» económico. Sí existe, aclaró, una «especialización productiva» propia de las economías desarrolladas. Mientras que el valor añadido de los servicios alcanza cotas históricas, el de la construcción se sitúa un 38% por debajo del que aportaba en 2007. La patronal lanzó «un guiño» a este sector, al que se le pide que «salga al rescate» del empleo, de la misma manera que los servicios lo hicieron en la anterior crisis, cuando lo que se desplomaron fuero las actividades inmobiliarias y la construcción.